Mierda para las palabras sin sangre, mierda para los que explican la vida con elegancia y corrección gramatical.
Nélida Piñón, El jardín de los Olivos.
Te prometo anarquía me decís
con ese gesto... ¿cuál gesto?
Ese gesto inadvertidamente ostentoso
de quien se siente dueño de sus horas,
de quien puede renunciar a su independencia
porque vive entre sus libertades,
de quien me pide las horas de un reloj aceitado con renuncias.
Lo peor de todo es tu paciencia,
(sí, me aburre la gente que hace de mi
una buena persona)
dejá que la envidia
me corroa un poco el esófago,
porque podrás imprimir en ésta frente
la fecha de caducidad de mi tormento
pero eso no atemperará esta apurada desesperación.
Así es, los nudos de un capricho no se deshacen con caricias.
2 comentarios:
no sé si me ha gustado más lo de un reloj aceitado con renuncias o los nudos de un capricho, pero me ha encantado
eso sí, a nélida piñón le tengo odio incondicional desde que tuve que leer a casa da paixão (el mismo año que le daban el príncipe de asturias de las letras aquí, además). mi profesora de literatura brasileira había hecho la tesis sobre nélida piñón
vale, a ella la odio, pero estoy de acuerdo con la cita
bienvenido de vuelta :)
Hola Meryone, es bueno verte de nuevo. Nélida Piñón... en realidad ese cuento es lo único que me gusta de ella, pero creo que ese cuento justifica todo lo demás. Un fuerte abrazo :)
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