martes, 19 de julio de 2011

Terraza I




Entonces, llega la hora de dormir
y aunque nunca logro pegar los ojos
siempre apago la luz.
La mejor forma de escapar
de un mundo con prisa
es quedarse quieto.

Me gusta la oscuridad,
me gusta porque es homogénea,
y cuando las cosas son homogéneas
no se nota el desorden.
La gente también es homogénea
aunque no le gusta recordarlo.

(Fotografía: Antoine D'Agata)