domingo, 12 de septiembre de 2010

robando

(Jean Marie Simon)


Hurto a Costa Sin Mar y a Vallejo


Una mujer le pasa lista a sus 24 hijos por las noches
¿mencionar algo de la abundancia de Lope?

Un limosnero ciego repite la misma canción en todos los buses
¿decirle "recurso" a la aliteración?

Mujeres sin calzones inundan las discotecas
¿con qué ganas agradecer el verso libre?

Un hombre mira porno con las ventanas abiertas
¿debo leer lo último en telecomunicaciones?

Un policia con bigote se despide de beso de su hijo
¿me ahorro los 30 dólares del último libro de Chomsky?

A una mujer se le congela un implante de teta en el invierno
¿dónde aprendo a decir "deshumanización de la medicina" sin reírme?

Un narco me regala un ejemplar de su periódico
¿enorgullecerme de mi premio de ortografía del colegio?

Un sacerdote se levanta la sotana para sacarse un billete
¿sobrevivir sin estornudar en los bancos?

A una bailarina se le escapa un pedo durante una presentación
¿con qué aliciente renunciar a la coca-cola?

Hoy en la mañana quebré mis anteojos y no pude usar el carro
¿importarme si el hombre viajó a la luna?

Un emo se está tiñendo el pelo de rosa
¿aprenderme los efectos adversos del prozac?

Mi loro aprendió canciones de los Backstreet Boys
¿discutir sobre la existencia del purgatorio?

Alguien protesta contra un acajero automático descompuesto
¿cómo hablar de locura sin parecerlo?

miércoles, 1 de septiembre de 2010

caleidoscopio



Es fácil negar a Dios
cuando no se le necesita
pero cualquier día,
uno va por la calle de siempre
y se encuentra
con un cañón en la frente
o un cuchillo en el cuello.

Mal, mal, creíste que la sociedad
era un cáncer que nunca iba a tocarte.
Lo siento, el mal no tiene rostro,
o es mucho más sereno que lo que creías.
Y tu desgracia, nace de cosas tan insignificantes.
De una mujer
que califica a sus amantes por el peso de la billetera
o de un vecindario que se burla de la ropa vieja.
Te lo digo, el crimen es un viejo cursi
con un trabajo violento.

Entonces, vos, un tipo desprevenido
en una calle propicia...
Podés haberte rifado el pellejo,
o haberte cagado del miedo,
al final, vos, precisamente vos,
te quedás tirado esperando el milagro
(el miedo es el mejor evangelista).
Los tímpanos te zumban de indiferencia.
Y luego,
el sabor amargo en la garganta.
puede
la sangre que te sube,
o el alma que se va,
puede ser que Dios
nos haga un nudo en la lengua
para que no revelemos sus secretos
durante el viaje.

Bueno, eso fue todo.
Lográs atestiguar que el mundo no dejó de girar.
No hubo un caleidoscopio de experiencias felices.
Si es que hubo milagro, no fue el que esperabas
(¿es posible de otra manera?).
Quizá sí lo hubo:
una mujer llega,
con el maquillaje descompuesto,
a la cita más importante de su vida.
Algo de la vida en fuga se conmueve cuando dice:
Ese cuerpo es mi muerto.

Cuando las aguas se calmen
escribiré en tu lápida
que el amor es un ejercicio de memoria
(y la ley, una puta inaccesible).