lunes, 7 de noviembre de 2011

Terraza III (voyeurismo de madrugada)



Llega la hora en que la gente
se impregna de la oscuridad de la noche,
la hora en que la oscuridad es doblemente densa
la hora en que todas las luces son impúdicas
(la pobreza es un bombillo de bajo voltaje)
porque no hacen más que alumbrar angustias.
Se va la luz
y la vecina enciende una vela.
Me gustan las velas,
me recuerdan
que lo único que tenemos contra la oscuridad
es una llama que se consume.