miércoles, 1 de abril de 2009

Mi país es un carnaval melancólico

Moravia, Olomouc, Carnaval, 1968, por Josef Koudelka



Demasiado temprano
escupí en los lugares
que la plebe consagra para la reverencia.
Y entre la multitud yo era como el perro
que ofende con su sarna y su fornicación
y su ladrido inoportuno, en medio
del rito y la importante ceremonia.
Rosario Castellanos, Monólogo de la extranjera.


Mi país es un carnaval melancólico
que ofrece módicas tentaciones
como incurrir en la política
y trazar el camino más corto a la desilusión;
o ser un consumidor responsable
y comprar tan solo a abusadores tiranizados;
o un ecologista
que reforesta le leña y la pastura del mañana;
o un visionario
que le invente identidad a esta miniatura fragmentada;
o un poeta inoportuno
que habla de náusea a un pueblo muerto de hambre.
Pero he dejado ya de aspirar a tan altos simulacros.
El tercer mundo ha dejado una impronta indeleble
en mi perspectiva epistemiológica.
Ahora soy solo un intento
de vanguardista del subdesarrollo.

16 comentarios:

Prado dijo...

Está pesado, como para vocearlo con un megáfono en el parque, al mediodía.

Eme dijo...

Esas preguntas ya me las había planteado. Pero me temo que las respuestas no llegan. Pero gracias por la sugerencia.

Saludos desde lejos.

Fernando Ramos dijo...

Hay que seguir buscando, hasta encontrar el tono.

Saludos

Isolda dijo...

Hace poco acababa de leer un poema de José Emilio Pacheco (Alta tración) y me había surgido un cierto patriotismo subversivo. Pero al leer el tuyo...Es extraño porque de pronto me siento como Meursault en medio del mar.

Alfonso Huerta dijo...

don Prado: He pensado en ir a la plaza de la constitución para, de paso, coquetearle a editorial cultura

M: yo sigo haciéndolo, saludos a tu distancia.

F.R. ufff, este señor

Ela: yo también me siento como Mersault solo que como si estuviera en el ejército

Mouchette dijo...

El mío no alcanza ni para eso u.u

Regina dijo...

Esquela mortuoria... suena bien... En ese caso creo que es necesario hacer modificaciones a la actual, lo bueno es que todavía no la graban en el concreto...

Un saludo desde acá...

Melina dijo...

Querido Alfonso:
El Tercer Mundo está dejando marcas indelebles en todos aquellos que lo habitamos.
Un texto fuerte y desgarrador.
Abrazos tercermundistas.

°venganza dijo...

Pues los políticos no le hablan de nausea al pueblo hambriento. Pero se la provocan todos los días, a sabiendas que nada tienen que vomitar.

Alfonso Huerta dijo...

Pacita: Tu país al menos tiene el alivio de una naturaleza limpia y poca densidad poblacional, el mío no llega a eso :(

Regin: Siempre es bueno estar prevenidos, cuidate mucho

Melina: Estamos marcados como Caín, espero que no te hayas desgarrado mucho, un abrazo tercermundista y sincero para vos también :)

Venganza: Lo sé, los políticos son altamente vomitivos, afortunadamente en mi país la gente ya no se muere de hambre sino que vive con ella

paola guillen dijo...

buenisimo.. me gusto!!!

La Bota y la Falda dijo...

Que gusto conocerlo, saludos desde Chiapas.

M*

Meryone dijo...

mi país no está muy claro que realmente exista y ni para melancolía nos queda

escribe usted muy bien, caballero. y le gusta rosario castellanos: más puntos

Edith Mictecacihuatl dijo...

Quiero conocer el país más hermano que tiene México...Quiero pasar por tu pensamiento a través de tus escritos. Aquí estaré, para saber que quieres decirle al mundo...Un gusto. Edith Mictecacihuatl

Edith Mictecacihuatl dijo...

Hola...no demores tanto que el hecho de saber ahora de tu existencia, quita el orden a mis días...podrías pasarme tu mail? Cuestionate...es tu culpa porque escribes...Edith Mictecacihuatl

Anónimo dijo...

bello , fuerte , desgarrador como el tercer mundo mismo que nos duele pero nis identifica en una sola nación Latinoamericana , con aires de nostalgia tanguera
desde buenos aires
saludos