Hoy amanece lloviendo,
La habitación se inunda de murmullos,
el cielo echa su sábana gris
la pereza se adueña de la voluntad
Y aunque el desvelo me acolchone los sentidos
La conciencia también reserva
Su mayor colorido para la despedida.
Los muebles crujen
Junto con mis huesos.
Habría que callarles
Con un barniz de caricias
A cambio
Tomo un café en la ventana
y el vaho se escapa,
el aire sigue siendo frío y limpios
al menos por las mañanas,
la luz del sol
invierte el sentido de las horas,
Tengo varias ideas apelmazadas
Y un segundo par de párpados
Que no he abierto
Y que me filtran la vida.
El problema de los días como hoy
Es que pierdo el sentido del tiempo
Porque los astros pasan
Sin despedirse.
La gente en la calle
También pasa de largo
La pobreza sigue siendo
La más efectiva
Forma de anonimato.(Fotografía: Loren Baxter)